Me gustaría destacarlo como una experiencia muy gratificante. Es cierto que corregir ejercicios y exámenes puede resultar monótono y repetitivo porque se lee lo mismo una y otra vez pero si se observan el estilo de escribir que tienen los alumnos puede resultar una tarea entretenida y que permita al docente conocer mejor a su pupilo e, incluso, su grado de madurez y en qué asignaturas son buenos y en cuales no lo son.
Aprender que corregir no sólo es comprobar que está todo correcto y sin faltas de ortografía sino que hay que tener en cuenta las estructuras cognitivas de los alumnos. Por ejemplo, hay que observar, a la hora de corregir, si un alumno con altas capacidades está lo suficientemente desmotivado para seguir desarrollando su potencia o si un estudiante con problemas de aprendizaje muestra algún signos de mejora y cual debe ser el siguiente paso a dar.
Aunque en los exámenes son buenos para analizar actitudes de los alumnos, la herramienta que mejor me ha permito conocerlas actitudes han sido los comentarios de textos históricos y artísticos. Son ejercicios que le dan a los estudiantes la oportunidad de ser creativos tanto en cuanto pueden usa diferentes formas para esquematizar los puntos, demostrar que han adquirido un vocabulario específico y que saben valorar un momento histórico determinado o una obra de arte, sobre todo, a partir de segundo y tercero de la ESO. Para los alumnos, también son herramientas que les ayuda a comprobar si han comprendido lo explicado en clase.
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