Al principio de empezar a ser profesor, me mostraba muy tímido incluso para hablar con otros compañeros. Era un ambiente laboral muy diferente al cualquiera al que yo me hubiera tenido que desenvolver anteriormente y me costaba estar tranquilo en el aula y en el claustro.
Con los demás profesores fuer muy fácil que desapareciera esta debilidad porque era muy majos pero con los alumnos me costaba crear un vínculo o un contexto común en el que me entendiera con ellas también porque estaba acostumbrado a estar dentro de ambientes estudiantiles como másters o cursos donde los alumnos sí hablan mientras el profesor explica pero no cometen faltas de respeto o no intentan hacer en cada momento lo que su voluntad les dicta y no lo que ordena el profesor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario