viernes, 16 de septiembre de 2011

Exceso de diálogo

Parece mentira pero mis compañeros me lo dicen: dialogas mucho. Es un punto débil cuya desaparición está muy avanzada. Cuando los alumnos no tienen un comportamiento correcto en cualquier sentido (salvo que sea algo muy grave), mi primer método utilizado para resolver el problema siempre ha sido el del diálogo para que ellos entendieran las razones por las que no deben tener ese comportamiento.

Era un método demasiado idealista y que no servía para la realidad del aula porque algunos de los estudiantes que exhiben ese mal comportamiento no porque no sepan comportarse adecuadamente sino porque no quieren, están cerrados a hacerlo o, simplemente, quieren ser el centro de las miradas y llamar la atención al profesor, al resto de sus compañeros o a ambos.

Yo he pecado de ser dialogante con algunos alumnos que el único fin de portarse mal o no hacer los deberes es el de llamar la atención. Puede que haya acertado en querer dialogar con ellos al principio pero me he equivocado al no castigarles de alguna manera o usar alguna técnica de modificación de conducta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario