En el aula, deberemos estar atento a las situaciones educativas comportamentalmente hablando. Hay tres, principalmente:
- Situaciones de implantación: mediante la educación, el alumno adquiere una habilidad que no se encuentra previamente en su repertorio comportamental. Para conseguir este objetivo, es necesario que alumno disponga de aquellos aprendizajes previos necesarios para que la habilidad se incorpore sin dificultad.
- Situaciones de fortalecimiento y mantenimiento: el alumno, habiendo realizado ya un aprendizaje que ya se encuentra dentro de su repertorio conductual de una determinada habilidad, necesita automatizarla y mantenerla en unos niveles de frecuencia, intensidad y precisión óptimas para que lo aprendido se pase a ser algo natural en su conducta.
- Situaciones de reducción y extinción: el alumno, disponiendo de un determinado comportamiento en su repertorio conductual, éste es manifiestamente incompatible o es inhibidor de lo que facilita el logro educativo, por lo que es necesario reducir o extinguir esos comportamientos.
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