martes, 20 de diciembre de 2011

Los alumnos

Cada alumno es un mundo en varios aspectos. Los que se podrían denominar alumnos convencionales suponen el típico reto de transmitir los conocimientos, que los entiendan y castigarles/regañarles cuando no hagan los deberes o muestren un comportamiento en clase que no es propio de unos valores morales y cívicos como los que tiene que tener un estudiante en un centro escolar.

Pero hay otro tipo estudiantes que requiere nuestra atención de forma más específica. En mi caso y en primer lugar, son aquellos que presentaban altas capacidades. Para este tipo de alumnos, hay que diseñar ejercicios o pruebas que les suponga un reto para su capacidad mental. Hay que procurar que estén motivados para que puedan desarrollar su potencial.

Por otro lado, existen alumnos con algún tipo de discapacidad o trastorno que requiere utilizar métodos alternativos para que puedan aprender sin problemas. Se debe hablar con la Jefa de Estudios y la Psicóloga para pedir información sobre cómo llevar ese caso y darles también mi opinión. Después, hablar con los padres de los estudiantes en cuestión para que estuvieran al tanto de lo que se pretende hacer, que den su visto bueno y/o que aportaran otro punto de vista según su forma de pensar o experiencia.

Por último, hay que prestar atención a los alumnos que tengan un contratiempo (enfermedad o estancia en casa por algún motivo) o que, por su forma de pensar, no puedan estar presentes cuando se esté impartiendo un determinado tipo de contenidos. En estos casos u otros parecidos, hay que pensar siempre en que la finalidad del proceso enseñanza-aprendizaje es que los estudiantes llenen su mente de sabiduría y cultura. Por lo tanto, hay que buscar una solución para que el alumno esté activo aunque no esté en el aula: trabajos alternativos, mandar los deberes por mail y que nos lo manden de la misma manera…

viernes, 9 de diciembre de 2011

El papel del profesor

El profesor debe preparar bien las Unidades Didácticas. Que lo que imparte, lo haga suyo y de esa manera es seguro que podrá hacer una explicación amena y estará mejor preparado para que si existe algún alumno que no entiende algo, se lo puede explicar con otras palabras o por otra vía. Sin embargo, si el profesor no domina los conceptos que imparte, esa opción será inviable y un fracaso si de pone en práctica ya que no se transmitirán contenidos fiables cien por cien.

Los alumnos suelen tener dudas que exponen en clase y el nosotros debemos saber contestarlas. Pero como no somos seres humanos y ordenadores, hay que admitir que puede haber momentos en los que no se sepa contestar a algo muy específico. Por eso, es importante tener planes alternativos. Es importante no mentir cuando no se sabe la duda porque aquellos estudiantes a quienes les interesa de verdad aprender, confían en cada palabra que dice el profesor.

Es la experiencia quien se encarga de enseñar trucos para salir correctamente en una situación en la que te preguntan algo que no sabes responder. Alguno de esos trucos son: decirle al alumno en concreto que al día siguiente se le resuelve su duda; preguntar al resto de compañeros si lo saben; o que esa duda sea un ejercicio de búsqueda de información para casa.