Han venido a dar dos charlas al colegio: la primera, sobre la labor de UNICEF; y la segunda, sobre la importancia de cuidar del medioambiente. Tener que vigilar a los alumnos en estos eventos es un reto que hay que llevar con cuidado. No podía permitir ni un solo mal comportamiento porque no quería que los conferenciantes se llevaran una mala imagen del colegio y de los estudiantes.
Lo que se solía hacer era sentarlos por orden de lista confiando que no hubiera cerca alumnos que fueran muy amigos y fueran a hablar mucho. Si esto ocurría se les separaba y se sentaban solos sin compañía o con un asiento entre alumno y alumno para que la comunicación fuera más difícil. Se trataba de otro ambiente donde diseñar estrategias para controlar el comportamiento de los estudiantes o para solucionar rápida y eficazmente los conflictos.
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